Explique el Mapa de la industrialización europea del siglo XVIII del libro de B. Azcarate Luxan, M. V. Azcarate Luxan y J. Sánchez Sánchez, Atlas Histórico y Geográfico Universitario, Madrid, UNED, 2006, p. 158.


Mapa situación Industria Europea Siglo XVIII

La Europa del siglo XVIII experimenta el comienzo de un verdadero cambio económico, que a veces se ha definido con el nombre de “primera revolución industrial”. Las transformaciones como podemos apreciar, afectan simultáneamente a la agricultura, el comercio y la industria, y van unidas a un avance demográfico (disminución de las guerras progresos en la medicina, mejora de las condiciones climáticas, disminución de fiebres y otras epidemias).

Es en Inglaterra donde surge el auge económico del siglo XVIII, donde se manifiesta con mas amplitud y donde las transformaciones que provoca son mas profundas: Son varios los factores que hacen a Inglaterra el pionero de esta revolución industrial, entre ellos se encuentra ser poseedores de una nueva mentalidad liberal económica, en la cual se difunde el liberalismo económico y permite desarrollar un mercado más amplio, por otro lado poseer numerosos yacimientos de hierro y carbón, empleados para construir la maquinaria, las herramientas y la red de ferrocarriles.

Previamente a este fenómeno industrial originado en Inglaterra, la industria corporativa, todavía la más extendida y presente en todas las poblaciones, hubo de entonar su canto del cisne. Su destino era permanecer anclada en los ramos menos rentables o en los dedicados a los artículos de consumo directo. Si bien la industria doméstica y las manufacturas reales preparan la aparición de la industria moderna, el auténtico marco productivo de la revolución industrial será el sistema fabril. El sistema fabril representa el estado final de un proceso que requiere sumar el mayor grado de concentración (con el capital fijo ganándole la partida al capital circundante), el impulso decidido de la mecanización del proceso productivo, la introducción de nuevos avances tecnológicos y la introducción de las nuevas fuentes de energía, todo ello es puesto al servicio de la industria. Con esos requisitos el sistema fabril se implantó solo en algunos ramos, concretamente en la metalurgia y el sector textil, sobre todo en la elaboración del Algodón. Los campos del sur y del sudeste, antaño los mas habitados, comienzan a despoblarse, la industria lanera tradicional está en declive, por el contrario en el oeste y en el norte, de Bristol a la frontera Escocesa se concentra una densa población (>176 habitantes/km2 en 1800), formada en aglomeraciones urbanas en torno a los yacimientos de carbón y las nuevas riquezas industriales de la “Inglaterra negra” (Northumberland en torno a Newcastle, Liverpool, Manchester).

La industria algodonera (Manchester, Amberes, Tournai, Neuchatel. Dresde o Barcelona) fue la punta de lanza de la Revolución industrial, al reunir esta todas las exigencias necesarias para su expansión. Además de ser una fibra nueva implantada al margen de las corporaciones y de ser objeto de una demanda masiva por su ligereza y su capacidad de satisfacer los gustos del consumidor. Era susceptible de adaptarse fácilmente al proceso de mecanización, que iniciado en el tejido (con la invención de la lanzadera volante) se continuaría con las sucesivas máquinas para aumentar el ritmo del hilado y culminaría con la invención del telar mecánico. Paralelamente, la metalurgia del hierro se benefició de los métodos para el aprovechamiento de la hulla, de la incorporación de la máquina de vapor y de los nuevos procedimientos de laminado y pudelado para iniciar una escalada que continuó en la centuria siguiente. Así el algodón y el hierro protagonizaron el cambio entre una época de recursos escasos, determinada por el predominio del trabajo, la madera y la energía hidráulica, y otra de recursos abundantes, presidida por la primacía del capital, el carbón y el vapor.

Transición modelo Económico del SXVII al SXVIII

En Francia a diferencia de Inglaterra hasta 1770 no parece sufrir apenas transformaciones, el mundo rural llega hasta el interior de las ciudades, que exceptuando Paris son mediocres en su mayoría. En las ciudades, la producción correspondía a los gremios, estas corporaciones constituían un freno para la industria, ya que la rigidez de sus reglamentos impedía que los artesanos más capacitados aumentasen la producción más allá de lo establecido por las ordenanzas, la iniciativa de los más inquietos en introducir nuevas técnicas era frenada de tal manera que no redundaban en el beneficio y en la calidad de los productos. Sin embargo, existía también una industria dispersa que se hallaba controlada por comerciantes-empresarios que utilizaban la mano de obra rural. Los campesinos complementaban así sus escasos ingresos en la agricultura con esta actividad que les permitía aumentar sus recursos sin abandonar su casa. En la industria textil era donde se empleaba con más frecuencia este procedimiento, de tal forma que había regiones enteras, como las de Bretaña y el Languedoc. Será solamente a partir del último tercio del siglo cuando se comience a salir del círculo vicioso del antiguo régimen, con las nuevas formas de producción industrial caracterizadas por el desarrollo del maquinismo, la concentración del capital y mano de obra. A partir de aquí se observarán verdaderos progresos en lugares especialmente en el norte (Lille, Amiens, Rouen, Reims…) donde propietarios ilustrados toman como fuente de inspiración los métodos ingleses.

Por el contrario, si nos fijamos en la Europa central y oriental podemos comprobar una evolución industrial más fuerte. Alemania está sometida en este periodo a una gran presión demográfica, así como a una fuerte presión fiscal por parte de sus soberanos, motivos por los cuales se produce a finales de siglo un vuelco sobre las innovaciones agrícolas, así mismo se produce un auge sobre la extracción de carbón y la fabricación de hilo de lana en la Renania del Norte-Westfalia. En Sajonia la industria algodonera adopta de golpela maquinaria Inglesa. Todo esto es el resultado de un comercio relativamente floreciente que ya no gira en torno a Augsburgo o Nuremberg, sino sobre Frankfurt (vínculo de unión con el oeste y el sur), Leipzig (lugar de intercambio entre occidente, Polonia y Rusia), y especialmente sobre el puerto de Hamburgo, que monopoliza el tráfico con Inglaterra, importando productos coloniales y exportando productos metalúrgicos y gruesos lienzos de Silesia).

En el Sur de Europa, por otro lado nos encontramos con una zona mediterránea prácticamente paralizada. Portugal se encuentra totalmente subyugado a los intereses británicos (el oro Brasileño solamente está de paso), Italia no combate la competencia atlántica, Genova y Venecia tampoco disputan el mercado mediterráneo. En España por el contrario tras la reestructuración del pacto colonial 1778 que generaliza el libre comercio permite a Barcelona acceso al comercio con América, se desarrolla la industria en torno al Algodón y se cercan las tierras comunales, lo que permite a España la adaptación al capitalismo.

En la Rusia posterior a Pedro el Grande se produce una liberalización del comercio, lo que aprovechan los ingleses, que gracias a el acuerdo de 1734, que les reserva el hierro , madera, alquitrán, pieles, lino y cáñamo. La industria metalúrgica no fue solamente capaz de cubrir las necesidades del país, sino también de producir para vender al extranjero gran cantidad de productos semifacturados, llegando a producir y transformar en los Urales las dos terceras partes del hierro ruso y casi todo el cobre.

Ciertamente lo mostrado en este mapa, es el hecho radicalmente nuevo que acontece en la economía Europeadel siglo XVIII, y que abre un nuevo ciclo en el desarrollo material de la humanidad, que no es otro que la Revolución industrial. Podemos acabar resumiendo, que sus fundamentos fueron la liberalización de los factores productivos (trabajo, tierra y capitales) y la creación de un amplio mercado, posibilitado por el crecimiento demográfico, fruto del progresos de la agricultura y del desarrollo de los intercambios. El fenómeno, esbozado en el Setecientos y limitado al marco geográfico Ingles, impregna con su significado toda la centuria del XVIII. El éxito de Inglaterra se transmitió al resto de Europa en el siglo siguiente, y pudo desactivar el bloqueo estructural que había atenazado a la sociedad impidiendo su despegue. La revolución industrial abrió la ruta al capitalismo, a la segunda expansión europea, a la burguesía conquistadora y a la política liberal, inaugurando una nueva etapa de la historia de la humanidad.

7 comentarios

  1. Elena said,

    abril 19, 2015 a 5:31 pm

    Muchas gracias por tu ayuda. Saludos.

  2. Elena Fresnillo Romero said,

    abril 18, 2015 a 9:24 am

    Ojalá te hubiera leído antes, porque p. ej. el comentario de texto del Reverendísimo lo tuve que hacer en la anterior PED de la UNED. Gracias de nuevo. Feliz fin de semana. Saludos.

    • Juan Carlos Isla said,

      abril 18, 2015 a 9:36 am

      Tengo el sitio un poco abandonado… Pero puedes hacer uso a tu gusto, de todo lo que aquí encuentres… si necesitas alguna aclaración y te puedo ayudar, no lo dudes en preguntar. Buen fin de semana!

  3. Elena Fresnillo Romero said,

    abril 18, 2015 a 9:22 am

    Fantástico. Muchas gracias por tu labor J. Carlos. Saludos.

  4. Anónimo said,

    abril 18, 2015 a 9:15 am

    Elena.

    • Juan Carlos Isla said,

      abril 18, 2015 a 9:19 am

      Muchas gracias a ti por tu comentario, espero que te sea de utilidad

  5. Anónimo said,

    abril 18, 2015 a 9:10 am

    Fantástico. Muchas gracias Juan Carlos. Saludos.


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